" Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres” (Pitágoras)
Esta semana, el día, cuatro de Junio pasado, se produjeron notorios temblores sociales y sus inmediatos incidentes y accidentes a lo largo de casi todo el país. El epicentro de grado más alto se habría producido en la capital. Protestas, barricadas y marchas en contra del sistema de educación propiciado en Chile por la Dictadura de Pinochet, fueron los efectos más destacados.
En la convulsión, estudiantes, pobladores, profesores y otros, se enfrentaron en batalla campal contra los capitalistas e inversionistas de la educación, representados (una vez más) por las gloriosas fuerzas de justicia y orden, Carabineros de Chile.
Flechas azules de todos los tamaños atraviesan el aliento blanco venido de bestias gubernamentales que pretenden ahogar y asfixiar a todo aquel que reclame en contra de un estado opresor. (Como si la calidad del aire que ofrecen a la población en general no fuese ya de pésima calidad).
Verdes galeras metálicas estacionan sus garras en los bordes, en las calles, en las entradas y salidas de escuelas, colegios y universidades.
Se repite el mismo paisaje de siempre, y es que los explotadores poseen cierto reflejo rotuliano de tiranos y ante el menor estímulo de lápices y cuadernos en clara protesta, patean en forma innata y sin miramientos todo aquello que no sea como sus amos digan.
El disparo líquido que hacen sobre los que protestan es el resumen del escupo gubernamental y su opinión sobre las demandas por mejoras sociales.
Y es que parece tan obvio. ¿Cómo pretenden los pobres, marginales, miserables e indigentes educarse al igual o igual que los hijos de los señores? Ante tamaña insolencia, el brazo armado del capitalismo, la policía, se esmera en hacer entender a palos que saber o educarse tiene lamentables consecuencias. A la par, los Señoritos de educación bien, esgrimen con ademanes melindrosos desde sus medios de comunicación, que sólo “el diálogo” será aceptado y que por ningún motivo tolerarán presiones de ningún tipo. Cuando lo que ellos llaman “diálogo” es inequívocamente Monólogo. Y es en ese soliloquio donde venden sus cuentos y proyectos, tratando de engatusar, engañar, ofrecer puestos y prebendas a la mayor cantidad posible de cándidos y avariciosos políticos o económicos que no dan puntada sin hilo. Embaucar o comprar a los crédulos que aún creen en el buen y magnánimo corazón de los explotadores.
Esta mañana lluviosa, de una manera mística y espiritual, el fantasma del tal Bernales azuza a sus hienas hambrientas. El polvo de sus huesos va escondido en el gas lacrimógeno que arrojan contra los niños. Su mano rugosa ayuda y prensa los garrotes cuando estos azotan las cabezas, su voz va oculta en las sirenas y ésta vitorea a sus orangutanes que bailan al compás del orfeón marcial. Está detrás de los empujones, de los brazos torcidos, de las patadas, de los puñetazos, de los balines. Tal es el recuerdo del “general del pueblo” (como la propaganda comunicacional lo rotuló). Subió al cielo una tarde panameña muy al estilo marcial, en helicóptero. (Hay ciertas libélulas metálicas que nos liberan también).
Corre la ortiga blindada y armada por entre los jardines amargando el ambiente, irritando los ojos, enardeciendo las manos, sulfurando las gargantas y las ganas.
Entre frío, pingüinos, cuadernos vacíos, profesores, allegados, deudores, desempleados, cesantes, trabajadores y pobladores corean y avanzan contra el santuario de la educación del mercado instalado en el palacio de gobierno.
Actores secundarios y primarios en contra de los reaccionarios herederos del sistema impuesto por mercenarios de sables, corbatas, levitas y propiedades.
Se repiten las viejas marchas marchadas cien veces sobre los mismos pasos.
¿En qué hemos fallado antes? ¿Quiénes se vendieron, qué nos ofrecieron, qué ganamos, qué cumplieron? ¿Cuántas bofetadas tendrá que dar la historia sobre ciertos rostros, sobre ciertos caraduras?
La enseñanza media que no es más que un eufemismo por enseñanza mediocre, enseñanza básica que ilustra como reemplazar la X en ciertos ventajosos contratos para los señores.
Y pasamos de la LOCE, Ley Opresiva Capitalista Estudiantil, a la LGE, Ley de Ganancia Estudiantil.
Déjalos dialogar, déjalos conversar, déjalos meter baza, déjalos disertar un párrafo, mira atento, mira bien lo que ahora nos pasa. Y es qué; cuidado con hacer tratos con el Capitalismo.
Si te metes con el capitalismo, el capitalismo te cambia a ti, no tú al capitalismo.
Esto recién comienza, Como dicen en Chile, una para los vivos y dos para los…ya saben.
Es que en esa unión, en ese compromiso social, si ese eje de masas, fuese una punta de lanza que nos ayudara, que por fin hiciera tambalear ciertas estructuras que ya no aguantan.
“Pretender Humanizar el Capitalismo es querer domesticar un tigre adulto con un libro de poemas”.
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