martes, septiembre 23, 2008

LA POBRE VICTIMA

por: JEAN-GUY ALLARD

Sería suficiente mencionar las dudosas relaciones de José Miguel Vivanco, jefe "para las Américas" de la organización norteamericana Human Right Watch (HRW), con la fauna del Capitolio de Washington vinculada a la Agencia Central de Inteligencia (CIA), los más recalcitrantes "pitiyanquis" venezolanos o con la mafia cubanoamericana, para comprender su agresividad contra Venezuela, Cuba y los países progresistas de América Latina.
Adiós Vivanco
Pero hay más en la carrera de este personero asimilado al universo imperial, que lo hacen un auténtico mercenario de la gigantesca maquinaria de inteligencia radicada en Langley, Virginia.Su entrada relámpago en la OEA con título de Asesor jurídico y luego de Procurador del Secretariado de la controvertida Comisión Interamericana de Derechos Humanos, cuando apenas se había levantado de los bancos de la Facultad de Derecho, ya provoca interrogantes.

Vivanco, consagrado desde hace unos años a difamar a Cuba, Venezuela y el conjunto de los países progresistas por cuenta de la HRW, nunca ha estimado importante explicar cómo fue su rápida ascensión en la burocracia de la OEA. Tampoco el letrado ha valorado responder de manera documentada a las acusaciones que lo relacionan con el régimen asesino del general fascista Augusto Pinochet.

Estas acusaciones, gravísimas, fueron lanzadas en julio del 2004 por José Vicente Rangel, entonces vicepresidente de la República Bolivariana de Venezuela, quien reveló cómo el hoy ruidoso "defensor de los derechos humanos" había colaborado con los servicios secretos de Chile bajo la dictadura.